Carlos R. Fernández Liesa
SUMARIO
I. Organizaciones de cooperación cultural internacional
II. Organizaciones de fundamento cultural
III. Organizaciones culturales regionales
A) La cooperación cultural en los organismos regionales
B) La cultura en los procesos de integración de América Latina y el Caribe
Las Instituciones culturales internacionales son organizaciones que tienen por objeto la cooperación cultural internacional, o que se han creado por razones de afinidad cultural
I. Organizaciones de cooperación cultural internacional
Destaca la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura), cuyo estatuto se aprobó por 37 Estados en la Conferencia de Londres (noviembre de 1945), que entró en vigor en 1946. Es una organización idealista, con una filosofía liberal, propia de la mayoría de los miembros del Comité de redacción (Francia, India, México, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos). Se inspira en la utopía wilsoniana de que la libre circulación de ideas e informaciones por los medios de comunicación, o el cine, contribuye al acercamiento de los pueblos.
La principal crisis de la Organización se produjo por la aprobación del Informe McBride (Voces múltiples, un solo mundo), que planteaba la necesidad de un nuevo orden de la información y la comunicación, que daba acceso a las nuevas tecnologías y a la información por los países en desarrollo, lo que fue mal recibido por la EEUU, que acabó retirándose por unos años. Hace actividades muy variadas (comunicación, cultura, educación, ciencias naturales, cultura de paz, protección internacional del patrimonio, cambio climático etc..), de escasa o nula relevancia jurídica. Ese carácter y sus acciones han difuminado su acción, salvo en temas centrales como la protección internacional del patrimonio, la educación o el diálogo intercultural.
Antes de la sociedad de Naciones la Comisión internacional de cooperación intelectual y, bajo su dependencia, la Oficina internacional de Museos y el Instituto de cooperación intelectual eran relevantes para la cooperación cultural internacional. Así, organizaron la Conferencia internacional de Atenas para la tutela y conservación del patrimonio arquitectónico (Atenas, 1931), que redactó la Carta de Atenas del patrimonio arquitectónico, primer instrumento de protección de esa naturaleza.
Junto a la UNESCO destaca la OMPI (Organización Mundial de la propiedad intelectual), organismo especializado de NNUU, creado en 1967, cuyo objeto es crear un sistema de propiedad intelectual internacional que mantenga el equilibrio entre el interés público y el de los creadores. En el marco de la UNESCO se creó el Centro internacional para el estudio, preservación y restauración de la propiedad cultural, que ejerce un importante papel consultivo de los órganos convencionales, del mismo modo que Organismos no gubernamentales como ICOM (organización internacional de Museos). En la cultura tienen relevancia los actores y las organizaciones no gubernamentales de alcance internacional. Desde los coleccionistas a los museos, a las galerías pasando por los arqueólogos, los artistas, archivistas, historiadores; tampoco hay que olvidarse de los expoliadores, defraudadores, comerciantes, y de ONGs como la Liga internacional de anticuarios de libros, Art Loss register, International foundation for art research[1].
De otro lado ICOMOS (International Council of Monuments and Sites), es un organismo no gubernamental que agrupa a más de 5500 personas e instituciones dedicados a la conservación de monumentos, conjuntos y sitios históricos, y que se fundó en Venecia en 1964, en el Segundo Congreso internacional de arquitectos y técnicos de Monumentos históricos, que elaboró la Carta de Venecia, y que tiene su sede en París[2].
II. Organizaciones de fundamento cultural:
Hay organizaciones que han agrupado a sus miembros por un fundamento cultural, basado en la religión, la lengua y/o un pasado común. Del primer tipo destaca la organización de la Conferencia Islámica creada en 1969, cuyos miembros tienen una mayoría de la población musulmana (art. 3, 2), y deben preservar los “valores islámicos”. Otras organizaciones agrupan a los Estados por un pasado colonial, como la Commonwealth, que agrupa a 54 Estados de Africa (19), Asia (8), América (3), Caribe (10), Europa (3) y Pacífico Sur (11). Empezó siendo una institución colonial que se transforma en 1949 (Declaración de Londres) en organismo de cooperación entre Estados, al desmembrarse el Imperio británico y reconocerse la soberanía de sus miembros. La Commonwealth no es un organización internacional de tipo clásico, creada por tratado constitutivo, sino que se ha ido configurando por etapas, y se cimienta en la “lengua, la cultura y el derecho” (Declaración de Harare, de 20 de octubre de 1991, pár. 3).
En el mismo sentido cabe destacar a la Comunidad de países de lengua portuguesa, a la organización internacional de la francofonía, a la Unión latina o a la liga de Estados árabes. Como botón de muestra la Unión Latina (1954, Madrid) – reúne a 36 Estados miembros (y 4 observadores)- y se creó para promover y difundir la herencia cultural y las identidades del mundo latino.
III. Organizaciones culturales regionales
La construcción de las Instituciones iberoamericanas descansa en una particular dimensión identitaria (la iberoamericanidad). Esa identidad viene de los lazos históricos, culturales y linguísticos[3], que juega un papel relevante en el espacio iberoamericano. La Comunidad Iberoamericana de Naciones tiene en la cultura uno de los elementos potenciales principales de desarrollo. En su contexto funciona la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la cultura, creada en 1949, cuya finalidad básica es la realización de la paz a través de la cooperación cultural. El principal instrumento iberoamericano de cooperación cultural es la Carta cultural iberoamericana, aprobada en la Cumbre de Montevideo de 2006, que no es un Tratado internacional sino un consenso político para el desarrollo de las relaciones culturales, un catálogo de potencialidades a desarrollar.
A) La cooperación cultural en los organismos regionales.
En el Consejo de Europa la cultura es una de los ámbitos de interés principal, por lo que realiza actividades en la preservación de la riqueza y la diversidad cultural, el patrimonio cultural y el fomento del diálogo intercultural. Estos esfuerzos se iniciaron por la convención cultural europea (1954), y por otras posteriores, sobre cuyas bases se han impulsado proyectos sobre diálogo intercultural y la prevención de conflictos, itinerarios culturales, capitalidad cultural, protección del patrimonio cultural y natural. También se ha incluido la cultura en la Agenda de la Organización de Estados americanos. La Asamblea General de la OEA declaró 2011 Año interamericano de la cultura, como reconocimiento del papel central de la cultura en el desarrollo económico, social y humano de todas las comunidades del hemisferio.
B) La cultura en los procesos de integración en América Latina y el Caribe.
Los tres procesos de integración más importantes en materia cultural han sido el SICA, el Mercosur y la CAN.
SICA: El 13 de noviembre de 1982 se aprobó el Convenio Constitutivo de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC). El 26 de agosto de 1995 se celebraron – a excepción de Belice- tres importantes Convenios: La Convención Centroamericana para la protección del Patrimonio Cultural; la Convención Centroamericana para la restitución y el retorno de objetos arqueológicos, históricos y artísticos; y la Convención Centroamericana para la exposición de objetos arqueológicos, históricos y artísticos. Estos convenios desarrollaban el Convenio de San Salvador sobre la Defensa del Patrimonio Arqueológico, histórico y artístico de las naciones americanas (1976). Además, se ha creado la comisión centroamericana para la protección del patrimonio cultural.
Mercosur: El tratado constitutivo del MERCOSUR no hacía referencia a la cultura, pero en 1992 los Ministros de Educación señalaron que “una integración regional efectiva exige afirmase en lo cultural”. Tras diversas negociaciones, el Memorandum de entendimiento de 15 de marzo de 1995, de los Ministros de cultura, reconoce que constituye un elemento central del proceso la cooperación. En 1996 los se aprueba el protocolo de integración cultural, que impulsa la cooperación de archivos, bibliotecas, museos y otras instituciones y medidas de protección del patrimonio cultural. Además, el Parlamento cultural del Sur (1996) busca armonizar la legislación cultura. En 2006 se designó a Argentina sede del Mercosur cultural. Aunque ha habido en estos años algunos avances el balance global no es muy satisfactorio[4].
Comunidad Andina: El originario acuerdo de Cartagena de 1969 no otorgaba un papel a la cultura. Incluía una referencia a la dimensión identitaria y a la difusión del patrimonio (artículos 129 y 131 relativos a la “Cooperación económica y social”) desde una triple perspectiva política (cultura fundamento de la integración), comercial (cultura como excepción comercial, arts.72 a 78, en particular 73, A,C, para la “protección del patrimonio nacional de valor artístico, histórico o arqueológico) y social (cultura como desarrollo social, en el marco de la cooperación a través de programas culturales)[5].
La cultura era una referencia esencial para la integración andina y la CAN fue pionera, en temas culturales, de protección del patrimonio, de desarrollo de las industrias culturales y de promoción de la diversidad. Destaca la Decisión 460 sobre la protección y recuperación de Bienes Culturales del Patrimonio Arqueológico, Histórico, Etnológico, Paleontológico y Artístico, de 25 de mayo de 1999, sustituida por la Decisión 588 (de julio de 2004), que amplía el campo de aplicación al patrimonio inmaterial. Mediante estas decisiones se transponía la convención de 1970 de la UNESCO y se establecen un conjunto de medidas que deben adoptar los Estados para luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales (listas de bienes, medidas de importación y exportación, intercambio de información, sanciones…). De otro lado la decisión 588 desarrolla el Comité andino de lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, que es un órgano asesor, que formula propuestas.
[1] Sobre el papel de los actores no gubernamentales vid. NAFZIGER, J.A., “Cultural Heritage law: The International regime”, Nafziger, J., Scovazzi, T., Le patrimoine culturel de l´humanité, op.cit.
[2] GONZALEZ VARAS, I., Conservación de bienes culturales. Teoría, historia, principios y normas, Manuales de Cátedra, 6 edición, 2008, 617 pp, pp. 458 ss.
[3] FERNANDEZ LIESA, C., OLMOS GIUPPONI, B., BARREIRO CARRIL, C., La cultura en la cooperación e integración iberoamericana: Textos, análisis y comentarios, Cuadernos Iberoamericanos de integración, nº 6, 2009, 221 pp
[4] CARAMBULA, G., “La aplicación de los convenio de la UNESCO en Mercosur (¿Porqué o se usa el sello MERCOSUR cultural?”)”, La UNESCO y la protección del patrimonio cultural en el espacio iberoamericano, Díaz Barrado, C., Fernández Liesa, C., (dir), VVAA, Thomson-Aranzadi, Madrid, 2011.
[5] QUINDIMIL LOPEZ, A., “Cultura, comunidad andina y convenciones UNESCO”, La UNESCO y la protección de la cultura en el espacio iberoamericano, VVAA, Díaz Barrado, C. Fernández Liesa., C., (dir), Thomson-Aranzadi, 2011, p. 326.